Aunque existen diversos productos enfocados al cuidado de la piel facial frente a los rigores del paso del tiempo, se pueden diferenciar dos grandes bloques: uno, de cremas antiarrugas y otro que engloba aquellas cremas que combaten otros signos del envejecimiento, como las manchas.
La piel grasa, a pesar de que aguanta mejor el paso del tiempo en lo que concierne a las arrugas, también acaba por sufrirlas. Por ello, existen cremas antiarrugas específicas para este tipo de piel, que necesita cuidados e hidratación como cualquier otra.
Las cremas antiarrugas de noche trabajan durante el periodo en el que la piel se regenera y repara aquellos efectos nocivos que haya podido recibir durante el día. Por ello, se trata de productos eficaces para el cuidado facial.
Las arrugas no son las únicas formas en las que la edad empieza a notarse en la cara. Las manchas son otro signo del envejecimiento y, para combatirlas, existen cremas antimanchas que hacen uso de componentes como los antioxidantes para lograr su objetivo.
El ácido hialurónico está de manera natural en la piel y entre sus funciones está la de contribuir en la hidratación y la firmeza, aunque una vez pasados los 25 años empieza a tener menos presencia. Por ello, las cremas antiarrugas con este ácido son un aliado perfecto para la salud facial.
Las pieles muy sensibles, como la piel atópica, también tienen sus productos específicos para combatir los efectos de los años y mantener los cuidados básicos que exige. De la misma forma, problemas como el ‘flush’ también cuentan con sus preparados especiales, como las cremas anti rojeces.
Las pieles mixtas son aquellas que suelen tener una zona grasa, generalmente la T que forman frente, nariz y barbilla, y otra seca o normal en el resto de la cara. Para ellas, también hay cremas antiedad que aportan las sustancias necesarias en estos casos.
Aunque cada caso es distinto debido a las propias condiciones genéticas, los cuidados aplicados y la exposición a factores dañinos, la piel comienza a perder el colágeno, aquella proteína que fomenta la elasticidad, a partir de los 25 años. No obstante, cada momento tiene su crema y, por ejemplo, a partir de los 50 años y ante fenómenos como la menopausia es recomendable usar cremas contra la deshidratación y las manchas que puede acarrear.
Aunque las arrugas son una de las manifestaciones más características del paso de los años en la piel facial, no son las únicas. Por ello, además de las cremas antiarrugas, existen otro tipo de productos enfocados a combatir las imperfecciones que aparecen con el tiempo en el rostro. De esta forma, las cremas antiedad también pueden centrarse en combatir los cambios en la pigmentación y otro tipo de anomalías cutáneas que se experimentan con el envejecimiento.
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