¿Qué es el agua termal?
Las aguas termales nacen en el subsuelo, después de que la lluvia se filtre y se vaya enriqueciendo con minerales como el zinc, el manganeso, el selenio, el cobre o el hierro. Estos aportan sus propiedades, como por ejemplo el ser antiinflamatorio, en el caso del selenio, la regeneración que conlleva el silicio o el efecto antioxidante del manganeso. Su apellido, termal, responde a que estas aguas, al brotar, lo hacen a temperaturas que pueden llegar a acercarse a los 30 grados, dependiendo del manantial.
Agua termal en spray
Aunque históricamente han disfrutado de las aguas termales, sobre todo, aquellas personas que vivían cerca de un manantial o una fuente de la que brotaban, en la actualidad el formato en el que podemos encontrar el agua termal es con un pulverizador. Que se comercialice el agua termal en spray responde a que esta forma es la mejor para que el líquido no pierda propiedades con el paso del tiempo ni acabe contaminado, a la vez que facilita que la piel la absorba.
Además, al aplicar la bruma que lanza el pulverizador, el agua se reparte de manera homogénea y suavemente en el rostro y la sensación de bienestar y alivio que aporta resulta muy agradable.
¿Para qué sirve el agua termal?
El agua termal se puede incorporar perfectamente a las rutinas relacionadas con la piel del rostro, ya que aportará su frescura y beneficios. También es una alternativa perfecta para hidratar el cutis después del maquillaje o tras otras prácticas de belleza como la depilación, un peeling o al aplicar exfoliantes faciales.
Por otro lado, el agua termal combina de manera óptima con otros productos para el cuidado cutáneo como, por ejemplo, los tónicos faciales, que contribuyen a restablecer el ph de la piel y que encuentran el aliado ideal en estas aguas y sus beneficios.
Beneficios del agua termal
Además de hidratar en profundidad, el agua termal es una buena herramienta contra los radicales libres y contribuye a que las células se regeneren. También ofrece efectos calmantes, por lo que resulta un producto muy recomendable para las pieles sensibles o para utilizarlo tras actividades como tomar el sol.
Así, el uso del agua termal tiene varias utilidades derivadas de sus propiedades. Entre ellos se encuentran la profunda hidratación que aporta, alivia posibles irritaciones en la piel, contribuye a la cicatrización, tiene propiedades antiinflamatorias en casos como erupciones y es una gran aliada contra los poros obstruidos. Además, también es un factor que lucha contra el envejecimiento cutáneo.