Nuestro cabello tiene un ciclo de vida que se repite una y otra vez, habiendo un equilibrio entre el que se cae y se genera. Cuando se rompe este equilibrio -y no sólo hay unos cuantos pelos en el cepillo o en nuestra almohada- llegamos al verdadero problema de caída del cabello o alopecia. Puede darse de forma estacional o temporal (por ejemplo en primavera o en otoño) o de forma definitiva.

Las causas  pueden ser: estrés o nerviosismo, someter al cabello a diferentes tratamientos agresivos, presión o tracción, anemia, falta de vitaminas o dieta insuficiente,  trastornos hormonales, alteraciones dermatológicas (enfermedades, exceso de sebo…), uso de algunos medicamentos (como anticonceptivos, antidepresivos, quimioterapia… ), el parto o embarazo, problemas de tiroides,  exceso en el  consumo de vitamina A, o genéticas.

Atajando estas causas,  en la medida de lo posible, mantendremos fuerte y sano nuestro cabello.

Si la raíz del problema fuese la dieta, en principio se recomienda una buena nutrición:

Vitaminas de grupo B, sobre todo la  Vitamina B6, que se encuentra en el hígado, sardinas, pan integral o nueces.
Vitamina C, en cítricos.
Vitamina E, en aceites vegetales y frutos secos.
Biotina, se encuentra sobre todo en la yema de huevo, hígado, algunos vegetales y frutas -como plátano, uva y fresa.
Ácido Pantoténico, en el huevo.
Minerales como zinc, en mariscos, lentejas, carnes magras y vegetales verdes; yodo, en pescados; cromo, en levadura de cerveza, hígado y queso; y hierro, que abunda en las carnes rojas ,hígado y pescados.

En la farmacia existen formulaciones con vitaminas y aminoácidos para compensar las deficiencias de la dieta. Las podemos tomar vía oral (nutricosméticos) o aplicarlas vía tópica (champús y soluciones).

El tipo más común de alopecia -afecta al 90% de los hombres- es la androgénica. En ella intervienen la enzima 5-alfa reductasa y la hormona dihidrotestosterona que hacen que las membranas del cuero cabelludo se tornen rígidas y se activen las glándulas sebáceas, de este modo se engrasa el pelo y al final del proceso se atrofian los folículos. El cabello que se cae no es reemplazado por otro nuevo y se rompe el mencionado ciclo. Para subsanar  esto,  nuestro médico nos puede recetar medicamentos como el minoxidil, finasterida, o dutasterida..